domingo, 22 de noviembre de 2009

Megacentros del deporte....una perspectiva (anti)sociológica

¿ Te sientes solo /a cuándo andas el fin de semana por las calles de tu localidad ? ¿ Notas un extraño vacío a tu alrededor los sábados por la tarde ? ¿ Has dejado de sentir el calor humano que antaño te rodeaba en cualquier lugar cuando llegaba el fin de semana ? ¡ No te preocupes !. Ni sufres paranoias, ni esquizofrenia, ni depresión ni nada parecido. No es un producto de tu imaginación. ¡ Las calles están vacías ! ¿Por qué?, te preguntarás. La respuesta es tan sencilla como estremecedora ... TODO EL MUNDO SE METE LOS SÁBADOS POR LA TARDE EN GRANDES SUPERFICIES DE VENTA DE MATERIAL DEPORTIVO. Sí, y es que teniendo estos grandes lugares de esparcimiento, ¿quién necesita más ?
Hoy, junto a unos amiguetes, he visitado uno de estos lugares y, la verdad, son una fuente de sabiduría y cultivación, tanto mental como física.

En primer lugar, se trata de un lugar con aforo para unas 300 personas y deben haber unas 500 cada sábado tarde. Por si eso os parece poco, el 60 % de estas personas son niños, que pasan la tarde alegremente tocando pelotas (las de las estanterías y las de algunos visitantes y/o empleados) y correteando de aquí para allá. Aquellos que acudimos a estos centros para comprar cualquier cosa debemos estar ojo avizor (no, esta última palabra no tiene nada que ver con los Power Rangers, por aquello de "Dinozor mamut..." , "Avizor...", en fin dejémoslo estar) . Por ejemplo, estás mirando unas raquetas de badminton (por decir algo) y, sin previo aviso, dos enanos giran la esquina a toda leche, mientras chutan un balón de fútbol de reglamento recién hinchado, de eso que te dan en la pantorrilla y te acuerdas de los parientes del que chuta. En este momento se produce una dicotomía, o te comes el balonazo y los críos se estrellan, teniendo siempre en cuneta que su baja estatura (si eres un chico) puede hacer que su frente impacte contra tu, ¿como lo diría?... escroto. Doloroso. La segunda opción es ya para los visitantes con más experiencia, se trata de realizar una pirueta estilo Matrix, haciendo que el balón pase por nuestra espalda al tiempo que la arqueamos para atrás y separamos las piernas para que los críos pasen por en medio sin reventarnos nuestras partes nobles. Como podréis observar, existe una posibilidad con mayor porcentaje de incidencia, vosotros mismos decidiréis cual. Todo esto se suma a la gran cantidad de deportes que te puedes inventar. Hoy ha sido la primera vez que un palo de golf me ha hecho sentir mal. De veras, estaba mirando el palo y luego miraba al niño repelente que andaba corriendo haciendo zig zag por en medio de la gente que miraba en plan: "¿ quién ha soltado un ewok ?", y luego volvía a mirar el palo de golf...como no me han gustado las asociaciones que estaba haciendo he decidido darme un paseo para quitar los malos pensamientos de mi mente.

En segundo lugar, y no por ello menos importante, está la posibilidad de entrenar nuestra mente, sobre todo, en el campo de la sociología. A ver, tu vas andando por el sitio en cuestión y ves, de lejos, una niña de unos 3 años golpeando un punching ball, con sus guantes de boxeo y todo. Lo primero que te viene a la cabeza es el golpe que te has llevado en los cataplines 5 minutos antes y luego rezas para que a la niña no le de por practicar sus habilidades como púgil con tu todavía dolorida entrepierna. Acto seguido deduces a que tipo de personalidad se acerca más, yo he pensado " a esta no se la darán con queso, es una futura Lorena Bobitt" (que no Hobbit).
Otra situación bastante común es la de encontrarte de golpe con un chiquillo / una chiquilla que pasa delante de tí como alma que lleva el diablo a lomos de un patinete para, en décimas de segundo, estamparse contra lo primero que coge por el medio e irse de boca al suelo. A estos yo los miro y pienso: "Este lo veo yo en proceso...este va para ser la reencarnación del Vaquilla, si señor. ¡ Sigue trabajando, chaval !" .

En fin, que yo no le acabo de ver la gracia a pasar la tarde en un centro de distribución de material deportivo. Al final de la tarde acabas quemado de estar entre tanta gente, que si le pegas fuego a una estantería y me dices que estamos en plenas Fallas me lo creo y todo. También terminas con agujetas, de tanto esquivar niños, balones, patinetes y demás utensilios que, además de para practicar deporte, también sirven para causarte dolor.

Pero como siempre hay que sacar algo positivo de esto os diré que he salido de ahí sintiéndome un poco Grissom, el de CSI. Me quedaba mirando a alguien fijamente y decía "este vale para...".

Voy a mirarme fijamente en el espejo a ver si descubro para que valgo...

Gracias.

1 comentario:

Osukaru dijo...

A mi m'agrada´t la opció de pegar-li foc a les estanteríes... pero no seré jo el que es quede mirant la incineració!. muajaja!.